El presente documento expone a un barrio tradicional del centro de la ciudad de Quito, uno de los pocos sitios que aún se conservan como barrio. Esta es la vivencia del Pukará Mayor, de la pintoresca Loma Grande, sector que se niega a perder ese espíritu, sitio donde las veredas están llenas de vecinos, anécdotas e historias que se desea visibilizar frente a la comunidad de la ciudad, que quiere visitantes pero que sabe que más importante es el habitante. Un barrio que se une cada día más al tener pequeñas victorias artísticas, culturales, deportivas y de seguridad, un lugar donde los que fueron vecinos regresan y donde otros quieren vivir, un lugar vivo y no un lugar de suvenir. 

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La Loma Grande genera actividades culturales auto gestionadas con el fin de mostrar lo que tiene, lo que hace, que es un lugar seguro para llegar, derribando ese mito de que el centro es más peligroso que el resto de la ciudad.

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En este texto se pretende responder porqué La Loma Grande lucha por conservar su esencia de barrio y a la vez compartir las estrategias y acciones que se están llevando a cabo para lograrlo. Sus posibles lectores, son los vecinos del mismo barrio y los de otros barrios.